miércoles, 11 de diciembre de 2013

El aumento del vidrio
de la ventana
del café.
El tono final
de la blusa
de la chica que pasa.
La velocidad concreta
del auto indiferente.
La cantidad de espuma
que ha quedado
sobre mi cortado.
El volúmen de la voz
de los de la mesa
de enfrente.
La forma exacta
de lo que siento por vos.
El silencio.
Los besos por darte.
La apertura de tu mirada.
Y el amor que empieza a formarse.

lunes, 18 de noviembre de 2013

La uva le dijo al gusano:
-¡Tómame, soy tuya!-
El gusano supuso algo,
pero termino con mucha resaca.
El gusano le dijo a la uva:
-¡Tómame, soy tuyo!-
La uva rió a carcajadas.
El gusano cortó el racimo
que cayó al suelo.
Ahora los vinos se hacen de ceda.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Pájaros

No hay pausa de los pájaros.
No hay. Aunque lo desean.
Desea el pájaro asentar en el verde.
No tiene instante de pausa
donde pueda calmar.

Y no lo veo. Nadie lo nota.
Nadie puede hablar de esto conmigo.
Se filtran tantas otras cosas.
Cosas que tienen tanto que ver con la ausencia.
Aquél pájaro nunca nos dejará
verles las plumas de colores
en lo profundo de sus alas.

Ayer el habitante de los miedos
cumplió su cometido
y pájaro de luz, autóctono,
exiliado a fuerza de migas de pan,
lloró.

Hacía tanto que la tierra y los árboles
no sentían su salado de semillas.
Las lombrices lo añoran
y también los gusanos. A pesar de …

Los pájaros quizás mueran
intentando volar más alto.
Intentando anidar en nubes de tormentas.
Los rayos no son ramas, aunque tan bellos.
Los pájaros sin pausa emigran.


17-02-2012

Integra

Tus dientes,
tus pelos,
las piernas
y tus manos.

Tus labios,
tu cuello,
los hombros
y tus pies.

Tu espalda,
tu pecho,
las orejas,
y tus rodillas.


Integra. 

...

Sé que sabés nadar.
Aún no sé cuál es tu estilo,
pero que nadas es seguro.
Me puedo dar cuenta
por cómo te paras en el cordón de la vereda:
Los pies juntos, la mirada en el horizonte,
el cuerpo erguido y la respiración calma.

Imagino que debe ser así:
Tu especialidad es las tazas de té
(en té blanco).
Una habilidad especial
para hacer equilibrio en el borde.
Cerras los ojos,
y tu cuerpo es un pez
muy hábil que se funde con el líquido,
de modo que nadie sabe
cuándo entras en la infusión.
Es maravilloso ver las burbujas ocre
que vas dejando cuando aún estas sumergida.
Y cuando emerges,
respiro satisfecho al verte.
Ahí: mariposa, espalda,
libélula, torso, perrito, salmón rosado,
anguila, pasionaria...
...llegas al otro borde,
giro, patada a la pared
y de nuevo...
...pecho, avispa, bote,
río, cascada, tronquito, inmersión,
planchita, flechita, rol y crol..
Llegas al borde inicial.
Se cierran las branquias
que se te abrieron para la ocasión.
Te sacudís graciosa,
pero el cuerpo te queda teñido
por las hebras del blanco té.
Estas parada nuevamente
en el borde de la taza,
mirás a todos lados satisfecha
y luego te bajas,
secándote el pelo despacio.

...

Ahora, animal en mi cama.
En los pies de mi cama,
lejos.
Apenas me duermo, claro,
te pierdo de vista, de tacto,
no te escucho
y te venís a mí lado
(sabés que no te dejo)
(que no me parece)
no te importa mucho,
venís y te quedás ahí.
Sólo vos sabes por qué,
si hasta creo que querés la almohada.
Pero es mía, no la presto.
Menos a vos.
¿Por qué a vos?
¿Qué querés?

Bueno.
Hasta ahí nomas.
Me voy a quedar toda la noche despierto
para ver que subas hasta ahí.
No subas más.
Es MI almohada, es mi cama.
Vos estas también,
pero no es tuya
y yo estoy sólo.
Es una cama para una persona sola.
No importa
que sea de una plaza y media.

Bueno. Vení. No te ofendas.
No te vayas abajo de la cama,
es temporada de arácnidos
y vos sos tan chica.
A ver si todavía te pasa algo.
No hinches.
No fue para tanto.
Arriba de la cama está bien.

Bueno, hasta ahí sí.
Dale, ahí te puedo acariciar,
no sé si te gusta que te acaricie.

Por las dudas te dejo la mano ahí. 

viernes, 11 de febrero de 2011

correr


Correr.
Nadar en el dique es como correr.
Correr cansa.
Correr descansa.
Correr sacude el cuerpo,
con lo cual se agite el alma.
Si cuando corres el viento te da en la espalda
corres más rápido.
Si el viento te pega de frente,
pensas que es un día de mierda para correr.
Si corres y a la vez saltas, te cansas.
Correr con los ojos cerrados es un deporte extremo.
Hablar y correr es algo que se puede hacer
por pocos metros.
Escuchar música al correr,
puede llegar a hacerte levitar.
Cantar y correr, se parece a hablar y correr.
Correr te puede poner muy feliz.
Hacer un pique corto inesperadamente
puede provocarte un buen resto del día
y una repentina gracia.
Correr al colectivo, y no alcanzarlo,
puede desencadenar un aluvión de insultos y lamentos.
Correr, tropezarse y caerse, a corto plazo,
hace que duela mucho el cuerpo; a largo plazo,
te va a generar alegrías cada vez que lo recuerdes.
Mirar a alguien correr,
te puede llevar a correr, por inercia.
Escuchar a alguien correr,
te puede asustar.
Correr sin saber por qué puede,
resultar inexplicablemente una buena terapia
psíquico-físico-espiritual.
Si mientras corres pensas profundamente en algo,
podes pasarte de la meta y seguir corriendo.
Creo que si corres y no pensas en nada,
muy posiblemente te detengas.
Correr y llorar puede, hacerte bien o
puede ser peligroso
por que te podes resbalar con tus propias lágrimas.
Podés correr detrás de algo o de alguien, toda la vida.
Podés no correr nunca, pero eso es muy dudoso.
Hay situaciones difíciles en las cuales, estás muy quieto pero:
sentís correr, querés correr, extrañas correr.
Te puede no gustar correr,
eso es muy riesgoso para tu vida.
Podés correr todo el tiempo
por lo riesgoso de tu vida.
Podés hacer correr a otras personas,
sin que éstas quieran y muy probablemente
ellas te querrán correr.
Podés intentar correr y no poder.
Podés tener el poder de correr muy rápido.
Caminar al máximo de velocidad
es estar a un paso de correr.
Podés correr por deporte en muchos deportes.
Tu mejor deporte puede ser no correr.
Si corres muy probablemente transpires.
Si transpiras no es necesariamente por correr.
Podés pensar todos los días que mañana empezás a correr.
Podés correr para atrás.
Correr, saltar y girar y seguir corriendo es divertido.
Se puede aprender a correr mejor.
Por estar enamorado podés, correr, te pueden correr,
podés querer salir corriendo, podés querer llegar corriendo, entre otras.
Cuando tenes menos de 5 años, haces disfrutar muchísimo,
a los demás al verte correr.
Un niño de menos de 5 años te puede volver a hacer correr.
Debe ser muy lindo tener 65 años y poder correr.
Las ovejas corren rápido.
Correr toda la vida… mmm…beee….

Junio 2008